Los tiradores de muebles de baño cobran importancia en la remodelación de estos espacios

Los tiradores de muebles de baño cobran importancia en la remodelación de estos espacios

-“Primero lo importante, luego ya pasaremos a los detalles.”

¿No me digas que nunca has escuchado esa frase? Puede haber sido en boca de una arquitecta o de un diseñador de interiores o de un especialista del departamento de baño de una tienda de bricolaje, más grande o más pequeña, eso es lo de menos.

Primero lo importante y luego ya veremos los detalles. Dogma. Punto y se acabó.

¿Y qué es lo importante?

Porque cuando una persona supuestamente actualizada especializada, un profesional de departamento o, sencillamente, una dependienta o dependiente, te suelta la frase lapidaria que viene a ser, traducida coloquialmente un: “decidamos primero sobre lo importante: los espacios y la distribución y luego ya usted se encarga de los detallitos”, lo que quiere decir es que los detallitos, los pequeños accesorios, por ejemplo, los tiradores de muebles de baño, son secundarios. Se equivocan.

Porque, vamos a ver, si por secundario se refiere a que se colocan cuando el mueble está terminado o casi terminado, pues hay que reconocer que razón no le falta pero si, como puede ocurrir, se refiere a que se trata de un complemento accesorio, fácilmente sustituible y de poca relevancia, ahí, ahí se equivoca de pleno.

El buen profesional lo sabe y evita ese tipo de comentarios que, por anticuados, equivocados y fuera de lugar, deberían estar en extinción.

Y por ese camino vamos porque los fabricantes de tiradores de muebles de baño, como REI, le han reconocido su auténtico valor, colocando este accesorio, tan de vital importancia que, en ocasiones, decide el diseño del mueble completo o de una habitación en su totalidad, en el lugar que se merece.

Un tirador de mueble de baño tiene el potencial de hacer que un cuarto de baño quede perfecto o sea una ruina, estética y funcionalmente hablando, así que, menos bromas por favor a la hora de definirlos como detallitos finales o toque personal del propietario.

Un tirador de baño es un componente esencial en la definición de un proyecto, ya sea inicial o de renovación, de cuarto de baño, de su espacio, distribución, funcionalidad, estilo, color y estética final.

Vamos a poner unos ejemplos que hablan por sí solos y demuestran, sin lugar a dudas, lo obsoleto de llamar detallito a una pieza esencial de una vivienda.

Pongamos sobre la mesa un proyecto de remodelación en el que queremos sacar el máximo partido a un cuarto de baño de dimensiones menores de lo que nos gustaría pero conservando una cajonera antigua que quedaría divina junto a la ducha pero que, desgraciadamente, compromete la apertura de cajones del lavabo porque el tirador se clavaría en la cajonera dañándola.

  • Una solución quiero. Dice el cliente que no está dispuesto a renunciar a una idea que en su cabeza funciona como una realidad paralela en la que todo encaja a la perfección.
  • Una solución le damos. Responde el encargado eficiente de la tienda de bricolaje, porque puede ofrecer un surtido en condiciones de tiradores de muebles para baño y lo demuestra presentando al cliente, acto seguido, una serie de posibilidades que incluyen, por ejemplo, el cierre invisible que proporciona el tirador inglet, que facilita la apertura del mueble del lavabo sin tiradores amenazantes.

Sigamos con otro ejemplo, uno que habla del poderío de un tirador de baño a la hora de finalizar un proyecto de remodelación resaltando la unidad del mismo, como puede ser transformar un cuarto de baño tradicional en un cuarto de baño de diseño actual de tipo minimalista.

Digamos que contamos con el espacio necesario, la iluminación adecuada y la libertad para elegir los materiales que más contribuyan a esa atmósfera abierta y despejada que el cliente busca pero, y aquí está el quiz de la cuestión: el cliente desea, además, que su cuarto de baño se diferencie de todos los cuartos de baño actuales, minimalistas y de diseño limpio, casi impersonal, que ha visto en publicaciones y tiendas especializadas.

El tirador tiene la clave y los personajes envueltos en la acción -fabricantes, diseñador, vendedor, cliente y, probablemente, el amigo o amiga que aconseja sin parar- lo saben.

Esa atmósfera tan limpia gana personalidad y encanto con unos tiradores, por ejemplo, de diseño colonial, étnico o vintage ya sean en metal, madera o cristal, que le den ese toque personal, exclusivo y único, que haga de ese cuarto de baño una estancia singular e inclasificable estéticamente.

Porque el cuarto de baño hace tiempo que adquirió nivel de estancia, hace mucho, mucho tiempo que dejó de ser una habitación por la que pasar con prisas sin fijarse mucho en su estilo ni prestar atención a la iluminación o los detalles.

No, hace tiempo que el cuarto de baño ha conquistado el papel de pieza principal de una casa, como miembro de pleno derecho, independientemente de su tamaño, haciéndose merecedor de los mismos cuidados decorativos, funcionales y estéticos que una cocina, un salón o un dormitorio.

Por eso, los tiradores de muebles de baño son de suma importancia a la hora de pensar en un proyecto de cuarto de baño, están indisolublemente unidos al todo estético y práctico formado por muebles, iluminación, espacios y estilo que definirá el conjunto.

Los tiradores de muebles de baño son fundamentales porque cargan sobre ellos una gran capacidad práctica y transformadora que puede aguar la fiesta o legitimar el equilibrio en un proyecto.

Para lograrlo solo hay que darles el lugar y el valor que se merecen, ellos devolverán esa energía a quien sepa tenerlo en cuenta e intuir su fantástico potencial.

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