Herrajes para muebles clásicos

Herrajes para muebles clásicos

– ¿De verdad has pagado ese precio?

– Por supuesto, es un clásico.

– ¿En serio vas a ponerte esa ropa?

– Sin duda, con un clásico siempre aciertas.

– ¿Vas a ir a ese concierto?

– No faltaba más, un clásico no defrauda nunca.

Y podríamos seguir así por una o dos eternidades, más o menos, para acabar llegando a una conclusión tan obvia como realista: lo clásico nunca muere sino todo lo contrario, se pasa el tiempo de venturosa y feliz resurrección, en alegre e innovador renacimiento.

Es un hecho.

Y que, en el caso de los muebles clásicos, los herrajes decorativos tienen un papel tan determinante como protagonista, también.

Y puestos a decir verdades, no vamos a dejar escapar la ocasión de afirmar, alto y claro, que otro hecho innegable es que los herrajes decorativos para muebles clásicos están en auge.

No es que sigan teniendo el tirón de siempre, que mantengan su público, no, los herrajes decorativos para muebles clásicos están en auge y camino de alcanzar todo su esplendor.

Dales tiempo.

¿Que lo de clásico no acaba de ajustarse a tu idea de moda actual? No hay problema, llamémoslo vintage.

Pronúncialo en inglés o en francés, da lo mismo, el estilo vintage es tendencia, hasta tal punto, que se acabará convirtiendo en un clásico más, si se nos permite este juego de palabras. La pregunta del millón es ¿Por qué? ¿Por qué los herrajes para muebles antiguos causan ese efecto ? ¿Qué es lo que tienen que se están volviendo indispensables?

Para empezar tienen la habilidad transformadora que todo herraje decorativo de calidad puede aportar a cualquier mueble o pieza decorativa de la casa, desde una clásica cómoda de cajones, hasta una sencilla puerta, pasando por una mesa o por los armarios del cuarto de baño o la cocina.

Un herraje decorativo tiene el potencial para cambiar, por completo, el estilo de un mueble transformándolo en una pieza especial y única.

Solo necesita la complicidad de un proveedor de herrajes decorativos con un catálogo adecuado al momento y un mueble, tan clásico como vintage, para llevar a cabo el proceso de transformación. Una mente creativa hará el resto y el resultado, como ya se está comprobando, será espectacular.

Las publicaciones especializadas; los encuentros, congresos o reuniones de fabricantes de herrajes decorativos, de empresarios de tiendas de bricolaje y de diseñadores de muebles; las conversaciones entre aficionados y/o amantes del bricolaje, la decoración y la estética más depurada, convergen, todos están de acuerdo porque todos, han notado la tendencia que, perdón por la insistencia, está dejando de serlo para consolidarse como un clásico entre los clásicos. Casi se diría que es un premio a la constancia de esos clásicos que, serenamente, han esperado, una vez más, su momento, casi. Claro que también es posible que ese momento ya se haya transformado, a través de todos los protagonistas citados y gracias a su trabajo en equipo por más que sean, la mayoría, unos completos desconocidos.

Sea como, los herrajes decorativos y los muebles clásicos se han constituido en una consolidada alianza, una tendencia que gana adeptos cada día.

¿Por qué los muebles clásicos siguen ganando terreno en un momento en el que las tendencias decorativas se han diversificado de tal modo que es imposible enumerarlas todas sin que en el minuto siguiente surja otra nueva que, inmediatamente, se desplegará en otras tantas?

Porque los muebles clásicos ya no son “lo clásico”, al menos, no solo. Han pasado de ser testigos inmutables de un tiempo, unas costumbres y unos usos, a pieza de modernidad, de vanguardia y de refinada estética con el sello exclusivo y personal de su propietario o propietaria. Y ahí es donde la pizca de atrevimiento ha jugado un papel esencial.

Los muebles clásicos ha establecido canales de complicidad con los herrajes decorativos, y viceversa, que le han añadido un must, un plus, un matiz que está en boca de todos los amantes de la decoración y que todos quieren, cada uno el suyo, ahí radica parte de la magia.

La tendencia no es el mueble clásico porque el mueble clásico no es una gran tendencia por sí mismo. La tendencia es lo que se hace con él, es entrar en el juego, es explorar el campo de posibilidades que se abre cuando un mueble clásico encuentra una gama realmente completa de herrajes decorativos.

Y es entonces cuando se produce la magia y la creatividad toma el mando de ese estilo clásico, en sentido de convencional, aunque sea para romperlo, como prólogo de una metamorfosis transformadora. Todo un atrevimiento.

¿A quién no le gusta crear su propia atmósfera, tener su propio estilo, ser exclusivo?

Dada la respuesta que todos tenemos en mente, es probable que ya sepamos por qué se está produciendo ese auge en la demanda de herrajes decorativos para muebles que en su día fueron clásicos pero que se están convirtiendo en muebles de firma, absolutamente únicos y personalizados, con capacidad de sobra para crear una atmósfera exclusiva gracias a la inestimable complicidad de los herrajes decorativos y de esa pizca de atrevimiento.

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